jueves, 6 de agosto de 2009

Agosto, ya

Ya estamos en agosto y seguimos esperando que el verano asome la nariz por el horizonte. Y no es porque una sea una loca entusiasta de la playa, pero verla tan cerca y tan llenita de lluvia, como poco, entristece. Dicen que este fin de semana. A ver si es cierto. Porque tengo unas ganas locas de quitarme de la cabeza este invierno, en el que se concentraron las vivencias de veinte inviernos por lo menos. Diría que me siento veinte años más vieja.

Está claro: necesito luz solar para quitar estas telarañas de penas y ponerme en marcha, porque antes de que me vaya a dar cuenta puede empezar el nuevo curso y es necesario que me encuengtre fuerte y con ganas. Aunque dar clase retroalimenta cada día a base de risas y descubrimientos. Bueno, por lo visto no sólo me falta el sol, me faltan también los niños.

Mientras me daré una vueltita por el monasterio para ver a mis cachorros.