sábado, 25 de abril de 2009

El amor le salvó

Un amor, aunque sea imposible, es una razón más que suficiente para mantenerse vivo.
Troy se salvó: venció a la enfermedad y feliz contempla a quien tanto admira, sin esperanza alguna de ser correspondido. Al menos sabe que no tiene otro rival, que lo desprecia porque, altiva, rechaza a cualquier macho que se le acerque.

Hay veces, sin embargo, que la pena y el dolor es tan fuerte que nos anula totalmente y todo empieza a carecer de significado. A veces se llega a remontar esta situación. No siempre, desgraciadamente. Como le pasó a Antucho al ver morir prematuramente a su amado hijo. La despedida le sorprendió cuando estaba ya sin fuerzas, y ese sufrimiento puso fin a su existencia.

En menos de dos meses nos dejaron solos. Hoy puedo empezar a afrontarlo, a darme cuenta que ya no puedo verles, ni mandarles un correo o siquiera una llamada. Que pasó el día de San Jorge y no tenía a quien felicitar. Hoy puedo volver a escribir. Gracias al amor . Pero eso queda para otro día.